El Puerto de Navacerrada fue el lugar elegido para nuestra ultima aventura del año. Decidimos subir hasta la mítica Bola del Mundo o Alto de las Guarramillas.
Iniciamos el ascenso sin pensar en el día frio que había e ignorando que la niebla podría convertirse en un problema a la hora de visitar la cima.
Para el grupo la subida era conocidísima y los rayos del sol nos ayudaron a realizar una primera ascensión con fuerza y mucha energía. Las vistas eran espectaculares.
Llegamos hasta la Cuerda de las Cabrillas lugar donde paramos para tomar un poco de aire para enfrentarnos a la subida hasta la pista asfaltad. La niebla apareció en el lugar para quedarse.
Ascendimos rápido por la pista. Las vistas eran espectaculares, un segundo sin mirar y el paisaje desaparecía con la niebla.
El paisaje cambio a más invernal. Nieve en el camino, suelo con hielo y una niebla espesa que lo rodeaba todo.
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